La Escuela de Verano finalizó el pasado 14 de agosto, coincidiendo con la semana en la que comenzaban las Fiestas 2019. Como en el resto de ediciones el curso se iniciaba en julio con el objetivo de proporcionar a los niños y niñas un refuerzo académico durante los meses de verano, pero sobre todo una oferta de ocio y socialización, aprovechando los recursos que ofrece el entorno y con actividades como experimentos químicos, manualidades con barro, pintura facial, pintura de figuras, creación de mural, momentos de reflexión, películas, representaciones artísticas, yoga, aeróbic, juegos, relajación, interpretación, sensibilización con animales y salidas por Mirambons y a la piscina municipal.
Como novedad, este año se han incorporado los servicios de guardería matinal y de comedor, con lo que se ha permitido la estancia de los alumnos desde las 8:00 hasta las 15:00 con el objetivo de facilitar la conciliación laboral de los padres y madres. Tal vez sea esto unos de los motivos por los que se ha incrementado de manera notable la matrícula hasta llegar a los 90 participantes.
Desde la Concejalía de Educación, Ana Gallart destaca que este año «se ha incidido mucho en el aspecto medioambiental, ya que se ha salido a pasear y a observar la suciedad que, a veces, las personas lanzamos donde no toca, y se han recogido estos residuos para reciclarlos y reutilizarlos. Además, se ha aprendido a plantar árboles y a valorar el gran papel que tienen éstos en la vida de los humanos. Por último, se ha aprovechado para dormir al aire libre y trabajar la transmisión de historias de forma oral con chistes, cuentos y fábulas».
Gallart también quiere agradecer a todas las personas que han colaborado en esta edición, sobre todo a los monitores Joan P., Joan M., Sheila, Amanda y Lucia por toda la labor que han hecho, y al mismo tiempo queda a disposición de cualquier propuesta o sugerencia que permita año tras año mejorar la Escuela de Verano.